Un divorcio de mutuo acuerdo es el procedimiento judicial que se inicia habiendo alcanzado los cónyuges un acuerdo sobre los temas principales sobre los que gravita todo divorcio:
Tipo de custodia elegida en el caso de haber hijos menores (monoparental o compartida).
Atribución del uso del domicilio conyugal (a uno de los cónyuges, uso rotativo, venta o alquiler, etc).
Contribución a los gastos de los hijos (fijación de una pensión en el caso de custodia monoparental o por mitad entre ambos progenitores, en el caso de custodia compartida) y, en su caso, pensión compensatoria.
Los acuerdos de los cónyuges se plasman en un documento que se llama “convenio regulador”